El horror de la violencia en México también se ha trasladado al fútbol. En lo que parecía ser un juego rutinario del fútbol mexicano, se desató una pelea monumental en las gradas que ha dejado imágenes para el olvido.
El partido entre Querétaro y Atlas terminó en una batalla campal en diferentes puntos del estadio Corregidora, a dos horas del centro de la Ciudad de México. Aficionados que no tenían intención de pelear bajaron desesperados al terreno de juego para protegerse en la peor agresión que se registra entre aficionados en México.
Los futbolistas de ambos clubes se lanzaron a la carrera directos al vestuario. Solo se habían jugado 62 minutos. Pasadas las nueve de la noche, las autoridades aún no habían informado el número exacto de heridos, que se arroja por decenas, y no se ha confirmado ninguna muerte, pese a que diversas informaciones así lo apuntaban.
La televisión mostró cómo una familia de padre, madre y dos niños corrían por el césped para intentar protegerse. La seguridad del estadio, deficiente y desbordada, no pudo evitar guiar a la afición hacia los túneles de salida. La policía no se ve en las imágenes de televisión. El arquero del equipo local, Washington Aguerre, pidió calma a su afición, pero no obtuvo respuesta. Al otro lado de la cancha, un aficionado ensangrentado suplicaba que dejaran de golpearlo. En el centro del campo, un hincha del Atlético protegió a su compañero de las patadas de un grupo de hombres indignados. Afuera del estadio continuaron las golpizas, e incluso se puede ver en videos de hinchas en redes sociales, hubo hinchas que terminaron ensangrentados y desnudos quienes, a pesar de quedar noqueados en el piso, continuaron recibiendo golpes.
“Inadmisible y lamentable la violencia en el estadio La Corregidora. Los responsables de la falta de seguridad en el estadio serán sancionados de manera ejemplar”, condenó Mikel Arriola, presidente de la Liga MX. A pesar del mensaje que se llenó de likes, la jornada del futbol mexicano siguió como si nada. El gobernador del estado, Mauricio Kuri, apuntó directamente contra el club: “La empresa propietaria de Gallos y las instituciones deben responder por los hechos”.
No existe rivalidad entre Querétaro y Atlas, sin embargo, los Gallos ya habían protagonizado un episodio de violencia en octubre de 2019 cuando su afición inició una batalla en las gradas contra la afición del Atlético de San Luis, la franquicia del Atlético de San Luis. Madrid en México. Esa vez solo hubo una amenaza de veto a la cancha por parte del alto mando del futbol mexicano y volvieron a la normalidad.
En 2015, los Radicales del Atlas invadieron la cancha en un partido ante Chivas, su más cercano rival, con apenas 54 minutos de juego. La barra del equipo rojinegro bajó a la cancha para increpar a sus futbolistas que perdían 4-1, la policía también perdió el control en los primeros minutos, pero lograron proteger a los futbolistas y cerrar las entradas al campo.
Esa vez sólo se contabilizaron una docena de heridos y ningún muerto. La Federación Mexicana de Fútbol sancionó al club con dos partidos sin aficionados en sus gradas.