La historia divertida y un tanto desafortunada que vivió una madre de familia. La mujer le prestó su celular a su hija de cinco años para que jugara, pero sin darse cuenta, la niña realizó compras en línea por un valor de más de 3.000 dólares en juguetes.
La madre se dio cuenta del error cuando recibió un correo electrónico de confirmación de la compra. Intentó cancelar el pedido, pero no pudo hacerlo porque ya había sido procesado. Después de ponerse en contacto con la empresa, logró recuperar parte del dinero.
La historia se volvió viral en las redes sociales, donde muchos usuarios se identificaron con la situación y compartieron sus propias anécdotas similares.
El hecho ocurrió en Canadá, cuando una madre le prestó su celular a su hija de 5 años para que jugara un rato mientras esperaban en la sala de espera de una clínica dental. La niña, sin saber lo que hacía, ingresó a la aplicación de compras de Amazon y realizó una serie de compras de juguetes por más de 3.000 dólares.
“Le dije en el futuro: ‘Sí, íbamos a conseguirte una bicicleta, pero eso es algo que necesitabas ganar’”. Eso es algo que necesitábamos tomarnos un tiempo e investigar, no solo si lo quiero, lo obtengo”, mencionó.
La madre, al darse cuenta de lo sucedido, trató de cancelar la orden de compra, pero ya era demasiado tarde, pues los juguetes habían sido enviados. Desesperada, compartió su historia en redes sociales para alertar a otros padres a tener cuidado con lo que sus hijos hacen en sus dispositivos.
La historia se ha vuelto viral, y aunque la madre ha recibido algunas críticas, la mayoría de los comentarios han sido de apoyo y comprensión, reconociendo que la situación podría haberle sucedido a cualquiera. Además, muchos usuarios han compartido sus propias historias de travesuras similares realizadas por sus hijos.
“Lo tomé como una experiencia de aprendizaje, una para mí (…) Porque, especialmente con teléfonos y tabletas, los niños pueden meterse literalmente en cualquier cosa. Creo que lo importante es definitivamente vigilar a sus hijos, tener contraseñas, enseñarles el valor del dinero“, concluyó la mujer.