Conforme a Project Pluto, un lugar enfocado al rastreo de objetos cercanos a la Tierra, la segunda etapa de un cohete Falcon 9, proyectado por SpaceX en el 2015, colisionará con la Luna a principios de marzo de este año.
Se considera que el objeto pesa unas 4 toneladas y su encuentro se provocaría a una velocidad de 2,6 Kilómetros por segundo.
A principios de enero, Bill Gray, dueño del portal especializado, alarmó a astrónomos aficionados y profesionales los cuales se propusieron a seguirle el paso al cohete, pues al parecer está flotando a la deriva.
La segunda etapa del Falcon 9 que lanzó el satélite DSCOVR de la NASA puede que choque contra la Luna el 4 de marzo. https://t.co/bl3Uk2lUOl
— Daniel Marín (@Eurekablog) January 22, 2022
Lo que significa que predecir con precisión el impacto es difícil, ya que el cohete no mantiene un curso constante que pueda mostrar una respuesta exacta del punto en el que chocará. Al mismo tiempo, los expertos aseveran que el encuentro puede producirse el 4 de marzo del actual año.
En este aspecto, los expertos y aficionados están a la expectativa de los ligeros cambios en el satélite que se puedan ocasionar tras el impacto. A pesar de, no se esperan alteraciones negativas, porque el cohete no es calificado como una amenaza.
Por ahora, no se ha presentado ningún pronunciamiento oficial por parte de SpaceX acerca de este caso.
El artefacto fue expulsado el 11 de febrero de 2015, con el objetivo de llevar el satélite climático y de observación terrestre Deep Space Climate Observatory, de la agencia NOAA (La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica).
Convirtiéndose en la primera misión interplanetaria de la compañía espacial de Elon Musk, SpaceX.
Después de cumplir con su cometido inicial, la segunda fase del Falcon 9 se ha mantenido en órbita sin rumbo fijo en el espacio.
Es decir, mientras el satélite se direccionaba hacia un punto Lagrange Sol-Tierra a más de un millón de kilómetros del planeta, el cohete se localizaba a una enorme distancia de la atmósfera terrestre, por lo que no tuvo suficiente combustible para retornar y terminó siendo en un escombro espacial sin rumbo fijo.
Cabe mencionar que, hoy en día, las compañías especializadas en lanzar cohetes y satélites al espacio cumplen con ciertos lineamientos para prevenir accidentes como choques y amenazas de objetos a gran escala.
Una de las sugerencias es tener gasolina extra en la etapa superior de los cohetes, lo que permitiría un regreso seguro a la atmósfera terrestre, donde se quemará.
Siendo un procedimiento seguro que, entre otras cosas, permitirá mitigar y reducir el impacto de generar residuos en la órbita terrestre baja.
