El huracán John, que azotó la costa de Guerrero y específicamente Acapulco, ha dejado una estela de devastación y tragedia. Durante 72 horas consecutivas de intensas lluvias, el ciclón causó severos daños en esta ciudad, que aún no se recuperaba completamente del huracán Otis de hace un año. Hasta el momento, se reportan al menos 24 fallecidos, 18 de ellos en Guerrero, y miles de personas damnificadas, atrapadas en sus hogares y negocios debido a las inundaciones.
Las principales avenidas de Acapulco, como la Costera Miguel Alemán y el boulevard Vicente Guerrero, están cubiertas por más de dos metros de agua, mientras que los derrumbes en las zonas montañosas ponen en riesgo a los residentes. Las lluvias también han interrumpido los servicios básicos como electricidad y transporte.
Las autoridades han desplegado a más de 25,000 efectivos del ejército y la Guardia Nacional para asistir en los trabajos de rescate y distribución de insumos. Cerca de 1,200 personas han sido rescatadas y se encuentran en refugios de emergencia. Sin embargo, muchas comunidades aún esperan ayuda debido a la crisis de insumos que enfrenta la región.
A pesar de la destrucción, los habitantes de Acapulco mantienen la esperanza de que la ciudad pueda recuperar su brillo, aunque el proceso de reconstrucción parece largo y costoso