La actividad física alivia los síntomas de la depresión y la ansiedad, esto es algo bien establecido desde hace mucho tiempo en la comunidad científica y médica. No solo esto, sino que también es una forma efectiva de prevenir estos trastornos. Pero, ¿qué tipo de deportes son más efectivos contra la depresión? Por un lado hay estudios que recomiendan las actividades de resistencia prolongadas como carreras de larga distancia o ciclismo. En efecto, se ha comprobado que el ejercicio aeróbico puede ser tan efectivo como la terapia. Pero, ¿también funcionan las pesas? En un estudio realizado con personas ancianas que sufrían depresión y que hacían entrenamiento con pesas tres veces por semana, el resultado fue abrumador, con una mejoría de los síntomas en un 95% de los casos. Además, se comprobó que el alivio de la depresión era mayor cuanto más intenso era el entrenamiento.
La depresión, un mal muy común
Se estima que una de cada seis mujeres y uno de cada diez hombres sufre o sufrirá depresión a lo largo de su vida. En la actualidad la padecen 350 millones de personas, cifras posiblemente infraestimadas dado que la depresión se considera a día de hoy tabú en muchas sociedades.
Todos estamos familiarizados con la depresión debido a su alta prevalencia. Sin embargo, su diagnóstico debe ser realizado siempre por un especialista para evitar confusiones con otras alteraciones como ansiedad, duelo, tristeza o simplemente apatía. La realidad es que una persona deprimida está triste, no es capaz de disfrutar, tiene baja autoestima, sentimientos de culpa, muestra cansancio y falta de concentración. Conforme incrementa su severidad la depresión puede desencadenar trastornos del sueño o del apetito y, en los peores casos, suicidio.
Tratamientos contra la depresión
El tratamiento de los trastornos depresivos es eficaz y está principalmente basado en dos aproximaciones: el diálogo con un terapeuta o terapia psicológica (cognitivo-conductual o psicoterapia) en casos leves y moderados; y fármacos antidepresivos (inhibidores de la recaptación de serotonina y otros neurotransmisores y antidepresivos tricíclicos) para la depresión moderada y grave. Aunque depende de cada persona, el tratamiento farmacológico no está exento de efectos adversos entre los que se incluyen nauseas, dolor de cabeza, sequedad de boca, insomnio, disfunción sexual y sedación.
Pese a la eficacia de estas intervenciones, se estima que más de la mitad de los afectados en todo el mundo no recibe tratamiento. Además, teniendo en cuenta su alta prevalencia y los efectos adversos de algunos fármacos antidepresivos, es vital emplear herramientas complementarias al tratamiento psicológico y farmacológico que ayuden a prevenir y tratar esta enfermedad y sus funestas consecuencias para aquellos que lo padecen.
Pero... ¿qué otra intervención, además de los antidepresivos y la psicoterapia, previene y ayuda a tratar la depresión?
El ejercicio físico. Numerosos estudios científicos orientados a la prevención han demostrado que el ejercicio físico reduce el riesgo de padecer depresión. Además, las investigaciones sugieren una dosis-respuesta; es decir, que cuanto más ejercicio físico se practique (más de cinco horas por semana) menor será la probabilidad de sufrir este trastorno. Sin embargo, si ya padeces depresión, aún estás a tiempo para beneficiarte de los efectos terapéuticos del ejercicio físico. El ejercicio posee un efecto similar al de la terapia psicológica y algunos antidepresivos, reduciendo los síntomas de la depresión. Además, la evidencia subraya que el ejercicio aeróbico (correr, nadar, montar en bicicleta, etc.) induce mayores beneficios que el ejercicio basado en la fuerza.