A finales de diciembre de 2018, Zyanya, Judith y Gaby descubrieron que tienen algo en común: el mismo abusador las violentó psicológica y físicamente.
El día de ayer sacamos un reportaje en el espacio de @HanniaNovell en @adn40 sobre la violencia y agresiones de Carlos « N » contra varias mujeres.
— Monserrat Ortiz (@ItsMonseOrtiz) February 5, 2019
Hoy recibí estos mensajes desde su cuenta de FB, donde amenaza con violarme y asesinarme por mi trabajo periodístico: pic.twitter.com/VOI5I26djB
“Lo primero que hago es decirle a mis jefes y a mi director. Ellos me canalizan con los abogados del grupo e inmediatamente voy a hacer mi denuncia formal por amenazas en la Fiscalía Central de Investigación para Asuntos Especiales y Electorales. Ahí me me recibe el fiscal y se abre la carpeta de investigación”, nos contó Monserrat cuando la contactamos para preguntarle sobre el caso.
Zyanya
Siempre quería verme. Cuando decía que no, se portaba muy serio a pesar de decir que no estaba enojado. Hacía “chistes” de que salía con más hombres. A veces me hartaba porque pensaba que realmente tenía un problema de seguridad, aunque decía que quería cuidarme y apoyarme. Cuando iba a fiestas él quería bailar conmigo todo el tiempo, hasta que en un momento le dije: “mira, sí iré a esa fiesta pero quiero bailar sola”. En una de esas fiestas se peleó y le rompió una botella en la cara a un tipo.
Judith
Todo comienza un dos de diciembre en su cumpleaños en CDMX. Las primeras dos semanas fueron divertidas. Después, todo comenzó a convertirse en un infierno por sus celos. Con persecuciones hacia mi casa, jalones, palabras hirientes, escupidas. Así viví un par de días en los que él pedía perdón y decía que quería cambiar, que por favor lo ayudara. Claro, le creí y lo perdoné. Llega Navidad y todo comienza a tornarse de una manera muy “HAZLO, porque si no lo haces no te importo y no me quieres”. Siempre con sus chantajes.
Gaby
La primera vez que me agredió verbalmente fue después de que nos tomaron unas fotos. Acababa de mandar a hacer unos lentes y los olvidé en el estudio. Cuando nos dirigimos a su casa, le mencioné de mis lentes y regresamos, pero mientras lo hacíamos solo me mencionaba lo idiota que era al olvidar algo tan importante como mis lentes, que solo le estaba haciendo perder su tiempo. Comencé a cuestionarme el por qué olvidaba cosas tan necesarias, quizás él tenía razón…
Si sufres de una relación violenta o te han atacado alguna vez, Puedes llamar a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres en tu país, denuncia estos casos antes de que sea demasiado tarde.