El ACTOR Jack Gleeson, que saltó a la fama en Game of Thrones, le está dando la espalda a la celebridad y se está alejando de una prometedora carrera en Hollywood.
El joven de 21 años de Cork ha dicho que estará feliz de volver al anonimato cuando termine su carrera como el malvado rey Joffrey Baratheon en el programa de HBO.
Gleeson, quien acaba de regresar de un viaje a Haití con la agencia de ayuda Goal, dijo que decidió dejar de actuar profesionalmente cuando abandone su papel en el drama místico.
Él dijo: "Siempre fue una recreación de antemano, pero cuando comencé a hacer Game of Thrones, quizás la realidad se hizo demasiado real para mí.
"El estilo de vida que conlleva ser actor en un programa de televisión exitoso no es algo que me guste".
La estrella con los pies en la tierra dijo que nunca se ve a sí mismo interpretando al joven gobernante espeluznante.
"No tiendo a hacerlo. Es extraño cuando ves clips", dijo. "Tiendes a abstraerte de lo espeluznante que es cuando lo juegas, pero cuando lo ves en la televisión me da escalofríos.
"Me gustaría tratar de defenderlo, pero me costaría bastante hacerlo. Supongo que es producto de su contexto y su familia. En términos de cualidades redimibles, no serían muchas".
Gleeson, que tenía 17 años cuando audicionó para el papel, dijo que ha podido llevar una vida normal como estudiante en Trinity, donde estudia filosofía y teología.
"Desde que fui a Trinity y me interesé por la filosofía y con Goal y mi compañía de teatro, he vuelto a evaluar lo que quiero hacer", dijo.
"Tengo 21 años, así que es difícil decidir qué tipo de rumbo tomará la vida".
El tiempo de Gleeson en Haití se dedicó a buscar proyectos para personas empobrecidas.
Un terremoto golpeó a Haití en 2010, matando a más de 230.000 personas y dejando a 1,5 millones sin hogar.
"Había estado buscando usar la celebridad que obtuve del programa para generar conciencia sobre las causas que Goal apoya", dijo. "Tuve la conexión con la organización a través de mi tío, Tim Gleeson, y él trabajó con Goal en la década de 1980.
"Fue inspirador ver las mejoras que se están realizando en Haití, ver la motivación de las personas para mejorar la calidad de vida. Las personas están ansiosas por seguir con sus vidas y ser resilientes.