Los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta indispensable para millones de personas en todo el mundo porque, además de facilitar la comunicación, tampoco pueden facilitar la vida de alguna manera.

Es por esto que algunas personas han desarrollado un patrón de adicción al teléfono, al punto que ni siquiera lo sueltan para ir al baño, pero puede ser perjudicial para la salud. No es ningún secreto que hay muchos gérmenes en el baño, pero de lo que no se dan cuenta es que se pueden colocar en las pantallas de los teléfonos celulares.
Según Gerba, profesora de microbiología en la Universidad de Arizona, los inodoros se llenan de gérmenes, patógenos y bacterias intestinales de las heces. Estas bacterias y virus que ingresan a los teléfonos celulares pueden transmitir muchas enfermedades diferentes, incluyendo Salmonella, E. coli, estreptococos, hepatitis, gastroenteritis, entre otras.

Por lo tanto, es importante estar atento a las superficies para teléfonos celulares o, si es posible, no usar el teléfono allí, ya que algunos estudios han demostrado que cuando se baja el reservorio, se pueden salpicar partículas que contienen orina y heces.